La luz ultravioleta (UV) es una forma de luz fuera del espectro visible, es decir, no visible al ojo humano. Ocupa la región del espectro electromagnético situada entre los rayos X y la luz visible. El sol emite rayos de luz ultravioleta; sin embargo, la capa de ozono terrestre absorbe gran parte de ellos.
Una característica única de la luz UV es que un intervalo específico de sus longitudes de onda, el comprendido entre los 200 y los 300, se clasifica como germicida, es decir, puede inactivar microorganismos como bacterias, virus y protozoos. Los rayos UV provocan en los microorganismos irradiados una serie de daños en su molécula de ADN que impiden la división celular, y con ello, su reproducción y por lo tanto su capacidad de infectar.
Esta capacidad ha permitido la adopción generalizada de la luz UV como una forma respetuosa con el medio ambiente, sin sustancias químicas, sin transporte de substancias y muy eficaz, para desinfectar superficies, aire y agua frente a microorganismos perjudiciales tanto en edificios residenciales como comerciales e industriales.
En el caso de los sistemas de climatización y ventilación, se mueven grandes cantidades de aire dónde se producen fluctuaciones de humedad y temperatura que crean un ambiente óptimo para el crecimiento de microorganismos que se dipositan en las bandejas de condensación y obstruyen los filtros. El uso de luz UV en conductos o climatizadores higieniza y purifica el aire circulante mejorando así su calidad.
La alta concurrencia en una estancia, puede provocar la aparición de microorganismos en las superficies en las que pueden vivir durante días. El uso en este caso de radiación UV-C directamente sobre las superfícies puede provocar su mutación e incapacidad de infectar.
La luz UV utilizada en la desinfección, con una longitud de onda de 254nm aproximadamente se encuentra en el rango de luz UV-C. La radiación UV-C es la longitud de onda ultravioleta más corta (por lo tanto, la que más energía transmite) y es filtrada casi por completo al pasar por la atmósfera y antes de llegar a la superficie terrestre, con lo cual las personas estamos muy poco expuestas a ella de manera natural.
La mayoría de los aparatos que utilizan UV-C son sistemas herméticos que impiden la exposición, aun así, una exposición accidental podría provocar lesiones cutáneas u oculares. Por esta razón, se recomienda contratar la instalación de dichos dispositivos en instalaciones fijas a profesionales para asegurar así el correcto funcionamiento de los elementos de seguridad que impidan que las personas puedan estar expuestas a los rayos UV-C.
Desde Instalaciones Garcia Robles ofrecemos un sistema de control que impide la exposición de radiación UV a los usuarios del espacio a desinfectar.